jueves, 29 de diciembre de 2016

Cine, lo que vamos viendo. Cuatro reseñas (publicación nº 53)

Fecha estelar: -306005.9
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Películas reseñadas:

- Sin conciencia (1951)
- Mi amigo el gigante (2016)
- I am a hero (2015)
- Escuadrón suicida (2016)


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Sin conciencia (1951)
Dir. Bretaigne Windust, Raoul Walsh

Otra muestra más de buen cine imposible de hacer hoy día. Cine directo, con ritmo que cuenta en menos de hora y media lo que hoy precisaría de no menos de 130 minutos.
Y, además, de bajo presupuesto. Lo que pasa es que detrás de las cámaras está Raoul Walsh y delante una buena colección de actores de estudio con mucho oficio, con especial mención a Zero Mostel, ... y un Humphrey Bogart bastante sobrio y solvente.
La película, que empezó siendo dirigida por Bretaigne Windust, tiene algunas de las constantes habituales del cine negro. Pero no todas, que también se puede catalogar solo como cine policiaco ya que se trata en su mayor parte de un punto de vista policial de una historia que, además, está inspirada en hechos reales.
Raoul Walsh dirigió la mayor parte de la película ya que Bretaigne Windust enfermó poco después del inicio del rodaje. Y su sello, el ritmo de la película, el ir al grano y no detenerse en lo accesorio, se nota desde el principio. Además de ser maestro en rodar cine de aventuras y del oeste, Walsh ya había rodado algunas de cine negro como Los violentos años veinte (1939), La pasión ciega (1940), El último refugio (1941) o Al rojo vivo (1949), todas buenísimas y de necesaria revisitación. Le sobra maestría a este director para coger un producto con factura de serie B y ofrecer una película que está a la altura de las mejores del género. Tiene un par de elipsis, economía de medios supongo pero que resultan geniales y un tiroteo en hall de hotel con un mafioso cuyo final es muy característico de este director.
Por otro lado está la historia que se cuenta, un prodecimental de investigación policial contado a base de flashbacks encadenados que gana enteros al saber que se inspira en hechos reales.

8/10 - Notable


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Mi amigo el gigante (2016)
Dir. Steven Spielberg

Aunque se pueda pensar que el cine de Spielberg en este siglo XXI ha perdido fuelle respecto del que hacía antes, lo cierto es que desde siempre se ha caracterizado por ofrecer películas muy buenas de géneros muy variados (una de cal) y peliculas menores aunque en modo alguno malas, que generalmente corresponden a su faceta-temática más "tierna" o pretenciosa (una de arena).
Lo que es innegable es que su forma de rodar, el planteamiento de escenas y planos, la narración de la historia en forma de imágenes es siempre, en cualquier caso, una marca de calidad. Más discutible es su tendencia al "ternurismo" que ya empezó allá por el año 1982 con E.T. (cada vez soporto menos esta película de la que solo se salva la inmesa banda sonora de John Williams).
Con "Mi amigo el gigante" estamos otra vez con la de arena. Bien rodada, técnicamente casi impecable pese a la dificultad de plasmar en imágenes lo que se quiere contar sin que el cgi cante por peteneras, la película adolece de una falta de interés que da como resultado un producto excesivamente frío. Y eso que es muy de agradecer el interés del director por contar un cuento infantil que huye del estruendo, de las voces, de los gritos y del no parar en el que están instaladas hoy día estas películas. Lo que pasa es que ésta es la costumbre actual y dudo que los niños actuales puedan resistir el bostezo cuando a lo que están acostumbrados es al pim, pam, pum continuado. Ojalá ande errado en este aspecto.
Desde un punto de vista adulto, que es el que toca, a pesar de que la historia no es nada del otro jueves, es de valorar el trabajo técnico. La presencia de Joe Letteri como supervisor de efectos visuales es la clave aquí. La captura de la expresividad de los actores y digitalización posterior que consigue Weta Digital es cada vez más sorprendente y conseguida.
Y luego está John Williams. Una banda sonora que se sustenta por sí sola, de las que puedes disfrutar sin necesidad de película.
6/10 - Interesante



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I am a hero (2015)
Dir. Shinsuke Sato

Basada en un manga de Kengo Hanazawa, autor que también firma el guion de la película, "I am a hero" es otra revisitación al género de zombis. Esta vez a la japonesa que, aunque reune muchas de las constantes del género, alguna peculiaridad también le aporta.
El manga en que se basa (un seinen aun inacabado) es incluso más extremo que el film, tiene una cierta insanidad en las criaturas que dibuja como si hubieran sido ideadas en la mente de Junji Ito, pero la historia es muy convencional, ni se acerca la maestría retorcida de las tramas de Ito.
En cuanto a la película, claramente va de mucho a bastante poco. En su primer tercio es donde está lo mejor de la película, mientras se cuenta la situación del protagonista, un mangaka auxiliar bastante patético que muy pronto verá como la ciudad entera es infectada. Es aquí donde se han dejado los cuartos en efectos especiales, que están muy bien, y donde la película tiene un ritmo y nervio notables. Después todo se va viniendo abajo poco a poco, hasta llevar a los protagonitas a un lugar incomprensible (y barato) donde se plantea un exageradísimo final que, como se suele decir en estos casos, hará las delicias del fan del género en su versión sangrienta.
Las peculiaridades están, desde luego, en el protagonista, en su situación laboral que podemos ver al principio y también en algunos toques de humor relacionados. Hay un momento concreto en la película que te lleva a pensar que estos japoneses no pueden dejar de lado sus perversiones particulares ni en las situaciones más desesperadas.
Aunque la película sí tiene un final, la historia puede continuar, está inacabada tal como le ocurre al manga, aún en publicación.
5/10 - Pasable



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Escuadrón suicida (2016)
Dir. David Ayer

Crítica con algún spoiler.
Pues otra película se superhéroes que se queda en el límite entre lo decepcionante y lo simplemente pasable. En este caso, dentro del universo DC, no se sabe exactamente qué es lo que se pretende con esta película que se queda como a medio camino de ningún sitio.
Por un lado, parece como si quisiera acercarse al formato de Guardianes de la Galaxia (2014) que consiguió un gran éxito comercial a pesar de que la película, en mi opinión, es bastante simple. En este sentido, el Escuadrón suicida lo ha conseguido porque ha ganado dinero a espuertas.
Ahora bien, este acercamiento al formato festivo tiene consecuencias desvastadoras en el interés de un servidor. Se supone que los componentes de esa escuadra son lo peor de lo peor, lo más ruin e inhumano.... y la realidad es que son unos malos de chichinabo. Empezando por el principal de todos, un Deadshot hecho a imagen y semejanza de los papeles que Will Smitt suele hacer, un asesino a sueldo que solo mata a gente mala y que trae niña insoportable de serie. Y siguiendo por una Harley Quinn que vive del postureo, tiene peleas inverosímiles para una persona normal y cuyas frases graciosas se ven venir de lejos. Los demás miembros, simples comparsas. Eso sí, el Joker que aparece aquí, un simple matón de barrio, encumbra al que interpretó Heath Ledger.
Por otro lado, la película quiere ser más oscura y seria, aparte del hecho de que casi toda está rodada de noche. Es la parte que viene heredada de las películas anteriores de este universo (Warner-DC). Pero este aspecto tampoco llega y la película está muy lejos, lejísimos de la precedente Batman v. Supermán. Así, tras una larga, larga presentación de personajes de una manera poco original, al estilo Michael Bay en Armageddon (1998), ya solo queda la misión para el escuadrón. Todo sigue un desarrollo muy lineal, poca evolución e interés por los personajes y muchos oponentes raros-sin-sangre puestos a disposición de nuestros hérores para que puedan exhibirse. Siempre pasa igual, al principio los oponentes parecen peligrosos, incluso lo son, pero poco después son más ineptos que un soldado de asalto imperial.
Y luego está la misión. Tan imaginativa como que parece que estás reviviendo la de Los Cazafantasmas (1984) pero con gente muy mala y con ambiente oscuro. Y luego están los ostiazos que se pegan personas normales sin poderes como si nada. Hay un accidente de un helicóptero tan inverosímil para con sus simplemente humanos ocupantes, que te lo tienes que tomar todo a broma. Son acciones habituales en estas películas, que se pasan el principio de inercia por el forro de sus caprichos y que particularmente siempre me sacan de las mismas. Y luego está la música, que todos conocemos, que siempre queda bien para las escenas de acción a cámara lenta y para las de pose. Es lo que verdaderamente hace soportable el producto.
Pues otra película de superhéroes al mismo nivel que casi todas las demás. Hasta la siguiente.
5/10 - Pasable


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Recuerda, amigo lector, que estas reseñas están basadas única y exclusivamente en mi opinión y gusto personal que puede, o no, coincidir con la del resto de los mortales.





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