jueves, 28 de enero de 2016

Un replicante sin fecha de caducidad

Fecha estelar: -306924.1
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Aviso a navegantes: en esta entrada se spoilea sin contemplación.

Declaración de intenciones:
Ante la futura secuela de Blade Runner, inicialmente prevista para el año 2017, en la que se cuenta que aparecerá Harrison Ford como Rick Deckard, y sin tener idea cierta de qué se contará en la película, quisiera pregonar desde aquí que me da igual lo que cuenten, bueno o malo, que no quitarán de mi cabeza que Deckard es un replicante.

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Blade Runner, película dirigida por Ridley Scott en 1982, es a día de hoy y en mi opinión, una obra maestra precursora, historia y película, del género cyberpunk. Es una película iniciática, tremendamente influyente en mucho cine posterior. No en vano, en Blade Runner ya se trata y se reflexiona sobre muchas de las constantes de este subgénero dentro de la ciencia ficción.


De la historia rodada a principios de los años ochenta se puede contar hoy día con, nada más y nada menos, que siete versiones. Aunque realmente son cinco ya que las dos primeras fueron, una versión de prueba de audiencia y otra una versión de preestreno con muy poco recorrido.

En cualquier caso, la versión estrenada en cines en 1982 que incluye voz en off explicativa de Deckard y un final feliz, versión que estaba controlada por la productora, es quizás la que siembra alguna duda sobre la naturaleza del protagonista. Las versiones posteriores (versión del director, 1992, o the final cut, 2005) controladas ya plenamente por Ridley Scott eliminan la voz en off, el final feliz y añaden algunos sueños de Deckard en una clara intención por parte de Scott de insinuar que Deckard es un replicante.

Pero es que en todas las versiones hay indicios de la naturaleza "artificial" del protagonista, indicios puestos claramente por el director para insinuar dicha naturaleza. El más relevante, sobre el que se ha escrito mucho, es el de los "ojos rojos".

En la realidad todos sabemos que cuando el flash de una cámara fotográfica alcanza el fondo del ojo las personas que aparecen fotografiadas presentan un efecto de "ojos rojos". En Blade Runner este efecto se aprecia en numerosas ocasiones pero no como un defecto de la película sino con una velada intención de mostrarnos que los que presentan este efecto son replicantes. Se podría objetar entonces que no es necesario tener que hacer una prueba de Voight-Kampff para averiguar si un sospechoso es o no un replicante, pero es que el efecto de "ojos rojos" es un guiño al espectador, la película está cruzando aquí la cuarta pared.



Ciertamente la película no es concluyente en este asunto, esto es lo bueno, dejar cosas para que la imaginación del espectador siga construyendo la historia. Personalmente considero más bello, más sugerente (más de un futuro ultratecnificado) que un par de replicantes imitadores del ser humano estén desarrollando pasiones humanas a que a un humano desarrolle deseos por una replicante (hecho ya menos futurible, casi más del presente).

Volviendo al asunto de los "ojos rojos". Dejo por aquí unas capturas de los fotogramas que aparecen en la película con el efecto. No están todas las que son, pero sí son todas las que están, incluyendo al Blade Runner Rick Deckard.

Rachael empieza a someterse a la prueba de Voight-Kampff


De nuevo Rachael en el apartamento de Deckard


Es precisamente en esta escena cuando, desenfocados, aparecen los ojos rojos de Deckard

Aquí un par de replicantes

Pris, modelo básico de placer



En un futuro donde las especies naturales son escasas, nada como replicar una mascota

Roy Batty mira al creador

Nexus-6 modelo de combate "trabajando" con el Creador




¿Qué va a pasar en la secuela?
Me tranquiliza saber que el en la dirección del film estará Denis Villeneuve, un director que está mostrando mucha solvencia en el terreno del thriller y de la acción. Sus últimas películas, Prisioneros (2013) y Sicario (2014) son bastante notables. También tranquiliza que Ridley Scott esté como productor ejecutivo. Pero también intranquiliza la presencia en el casting de un Harrison Ford ya muy mayor. ¿Será un replicante de larga duración? Cualquier solución que humanice al Blade Runner no es aceptable. Aquí soy intransigente, no se puede fulminar una idea que lleva treinta años en mi cabeza solo por el hecho de que se quiera seguir con el negocio. Bastante doloroso ha sido el reflote de la franquicia de Star Trek como para tener que soportar otro.

:)

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Recuerda, amigo lector, que esta entrada está basadas única y exclusivamente en mi opinión y gusto personal que puede, o no, coincidir con la del resto de los mortales.













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